Cuando el sol se mete en el horizonte, se despide de nosotros y nos deja a merced de la noche. Esa sensación a bordo de un velero en Ibiza se intensifica. Porque la calma es máxima. Los barcos son escasos. Y fuera, tan solo tú y el mar en su inmensidad.

Para nosotros, navegar de noche tiene un significado especial, casi mágico nos atreveríamos a decir. En la noche, todo es más intenso.

Pero también más peligroso. A pesar de todo lo que rodea a la noche, con su romanticismo y su bohemia, no podemos dejar de olvidar que estamos en un entorno a merced de la naturaleza y de nuestra propia pericia con el timonel.

Navegar de noche y mantener la seguridad del barco y de sus usuarios (nosotros), dependerá en buena medida del grado de seguimiento que hagamos de estos principios básicos de navegación nocturna:

Principio 1: mantenerse siempre atentos y alerta

Si en los días con niebla o temporal la visibilidad se reduce, la noche trae consigo mayores dificultades de visión. Ello nos obliga a forzar más la vista para tratar de descubrir las luces guía, los recovecos de la costa y los objetos que nos podemos encontrar durante la travesía.

Principio 2: la seguridad ante todo

En el mar hay dos hitos que debes grabarte a fuego en la memoria. Ve y sé visto. Esto es, tan importante es mantener una adecuada posición e interpretación de esta en la carta de navegación como identificarte claramente para las otras embarcaciones.

Respecto a lo segundo, recuerda siempre comprobar antes de levar ancla si la instalación eléctrica está en buenas condiciones para una travesía sin contratiempos y con ellos. Las baterías pueden ser cruciales.

El sistema de iluminación de la embarcación debe cumplir con la normativa que establece el reglamento internacional.

Principio 3: la práctica hace al patrón

Nadie nace enseñado y nadie puede poner en su currículum experto marino. La mar tiene la extraña y fascinante cualidad de enseñarnos cuán pequeños somos a su lado (en todos los ámbitos). Cuanto más navegues de noche (y de día), más agilidad lograrás al timón, con las cartas, leyendo la costa, identificando luces y embarcaciones…

Precauciones básicas para disfrutar de la magia de la navegación nocturna sin sobresaltos

¿Sabías que de noche, necesitamos un par de minutos para adecuar la vista a la ausencia de luz?

Así es, y esto, como seguramente has intuido, afecta a la navegación. Por ejemplo, para identificar luces. Piensa que si te ves en una situación en la que recibes luz blanca directa en los ojos, vas a tener un impase de tiempo de “deslumbramiento”.

Estos son los momentos críticos en los que la práctica gana peso. Nos encontramos a merced de nuestros conocimientos.

Sí, pensarás que se trata de un instante, pero cuando vas pilotando tu velero de alquiler por Ibiza, créeme que un instante puede convertirse en un mundo.

Rara vez la oscuridad ejercerá de aliada improvisada. Nos resta la posibilidad de adelantar objetos que están flotando en derredor nuestro. Cuando el mar se enfurece, las maniobras se complican, ya que en la mayoría de las veces tendremos que imaginarnos las olas viniendo hacia nuestro barco.

¿Cómo afrontar todo esto?

La preparación es clave. Da lo mismo si no vas a ejercer de patrón del barco de alquiler en Ibiza y Formentera. Las situaciones en alta mar pueden trastocarse y cada tripulante debería saber qué hacer, sobre todo para que no cunda el pánico (enemigo número uno).

Estudia, identifica, aprende a distinguir desde el mar cada situación, cómo trascurre el tráfico en la zona en la que vamos a pasar la noche con el velero de alquiler, la morfología de la costa, las diferentes luces que podemos avistar… todo esto nos será muy útil cuando la noche nos alcance en el mar.

Medidas de precaución para navegar de noche sin mayores riesgos

1. Tomar como referencia de navegación una estrella. No solo se trata de un acto de nostalgia, sino que de vez en cuando nos permite apartar la vista del compás y de las cartas de navegación.
2. Evita que haya un único guardia de noche en cubierta. La tentación de la cabezadita existirá. En compañía, mientras uno descansa otro vigila. Solo, ¿quién lo hace?
3. El arnés de seguridad puede ser un incordio o un salvador improvisado. Utilízalo de noche, que los peligros llegan sin avisar.
4. Cuando estemos sobre la mesa de cartas de navegación optar por una bombilla roja para identificarnos y no molestar a otras potenciales embarcaciones.
5. Intenta navegar algo más alejado de la costa. De día, los salientes y cabos se ven bien, pero de noche se camuflan y el riesgo de encallar o algo peor está ahí. Mejor no tentar a los dioses del mar, ¿no crees?
6. Adecuar los ojos a la oscuridad al menos media hora antes de comenzar cualquier guardia.
7. Identifica las luces de los barcos en el horizonte. Según las luces que marquen, podrás interpretar su rumbo, tamaño y disposición para un choque indeseado.

Con estos consejos básicos, la navegación nocturna mantendrá su magia sin necesidad de que se convierta en una pesadilla. ¿Te gustaría navegar de noche? ¿Ya has experimentado estas sensaciones?