Nociones básicas de navegación a vela
23 Nov 2017

En ocasiones, los que vivimos por y para el mar tenemos tan interiorizados los conceptos, los elementos y las circunstancias, que no nos percatamos que quienes decidís alquilar un velero en Ibiza no siempre tenéis estos mismos conocimientos. Así pues, a lo largo de este artículo os desgranaremos algunos conceptos básicos tanto de los veleros como de la navegación a vela.

Navegar a vela implica dejar que sea la energía del viento la que impulse el movimiento de la embarcación. ¿Cómo? La ingeniería náutica impone a las jarcias, los elementos que unen las velas con el resto del cuerpo del velero, la función de transmisión de la fuerza del viento para el movimiento del barco.

Las velas

Ergo, nos encontramos ante un trabajo coral de cada uno de los elementos que componen el barco.

Así, cuando las velas se colocan atravesadas a la embarcación, y tenemos un viento que nos sopla de popa, notamos que la embarcación simplemente fluye impulsada por el viento. Por el contrario, cuando en esta misma posición de las vela el viento sopla desde cualquier otra dirección, el velero se comportará de forma totalmente distinta.

El casco y su función

Por su parte, el casco de un velero siempre mostrará un tamaño mayor a lo largo que a lo ancho. Ello se debe a que tiene la misión de agarrarse al agua y romperla para abrirse paso. ¿No os habéis fijado que casi todos nuestros veleros de alquiler en Ibiza tienen una línea afila en proa y popa? Ello es debido precisamente a que el diseño nos va a influir tanto en la capacidad de navegación de la embarcación como en su estabilidad durante esta.

La quilla

La quilla, por su parte, es un elemento de seguridad. Y es que cuando el velero de alquiler navega por las aguas de Ibiza con viento del través, es la responsable de asegurar la resistencia a la deriva propia de la embarcación.

Cuando el velero monta una quilla del tipo orza móvil abatible, hay que tener mucho cuidado con ella. Su inercia en el golpe puede hacernos caer al agua o llevarnos un mal golpe inesperado.

Ahora que tenemos claros algunos conceptos básicos sobre la navegación a vela o en velero, profundicemos un poco más en cómo navegar. ¿Os parece?

Navegando por Ibiza

Durante la navegación en nuestro velero de alquiler Ibiza, nos veremos ante situaciones en las que hay que realizar algunas maniobras. Conocer sus nombres nos serán de gran utilidad cuando alquilemos una embarcación y el patrón hable con la tripulación.

Comenzamos por la virada. ¿A qué dirías que alude? Pues sí. Un cambio de rumbo. Exactamente de esto trata la virada. A través de ella, se cambia de rumbo o bordada. Esta maniobra se puede realizar de varias formas.

En primer lugar, por redondo, estos es, arribar el velero hasta que el viento dé de popa. En ese preciso momento, se hace orzar la embarcación sobre el costado opuesto al que se llevaba. ¿Veis ahora por qué tiene el nombre de virada por redondo?

Continuemos. Porque si bien podemos hacer un giro en redondo, también tenemos la posibilidad de llevar el velero hacia el viento y caer después sobre el otro costado de la embarcación. A esta maniobra se la conoce en la jerga náutica como virada por avante.

¿Os suena avante de las películas de barcos y piratas? Por ahí van los tiros, efectivamente.

¿Navegar a través?

Cualquier iniciado en la navegación a vela te dirá que la dirección que más fácilmente puedes controlas en una embarcación es la que se produce perpendicular al viento que sopla y guía, y las velas se sitúan en un ángulo de 45º aproximadamente con respecto al casco.

¿Y no es mejor navegar con viento en popa a toda vela? Un velero que corre y vuela, como decía Espronceda de un velero bergantín, que corría a toda vela por el viento en popa era un blanco fácil para cualquier cambio de rumbo del viento. A esto se le llama trasluchadas, porque los marinos hábiles tienen que luchar para que el barco no cree situaciones de riesgo.

¿Y para detener la navegación a vela en un velero?

Reducir la velocidad del velero, cuando el viento está a favor, requiere de cierta pericia para amollar las escotas y hacer que el aire no circule por las velas. De esta forma, eliminamos la fuerza que impulsa el velero, y por lo tanto reducimos la velocidad.

Pero si realmente lo que quieres es parar el velero, tu única opción será situar la proa en contra del viento, de esta forma la estructura y el viento en común unión actúan como frenos naturales del velero.

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