Seguridad marítima: qué hacer cuando un hombre cae al agua
13 Ene 2019

Imagínate la situación: estás navegando, más o menos tranquilo y de repente te vuelves porque escuchas el ruido como de algo que cae al agua. Pero ojo, no es algo sino alguien: un hombre cae al agua. Cuando el mal tiempo o la imprudencia hacen que la plataforma sea inestable o se provoquen estas situaciones de emergencia marítima, reaccionar bien y a tiempo puede salvar vidas.

Y no, no nos estamos poniendo melodramáticos. La realidad es así de cruda: el riesgo de que una persona caiga al agua mientras navegamos es real. Puedes pensar que a ti no te va a pasar… hasta que ocurre. ¿Sabrías qué hacer cuando un hombre cae al agua desde el barco?

Lee con mucha atención (casi os diríamos que incluso lo memorizarais y practicaras en situaciones controladas, que cuando llega el momento, la teoría y la práctica son muy distintas).

¡Hombre al agua! Qué hacer cuando un hombre cae al agua

Que un miembro de la tripulación se precipite al mar puede convertirse en una auténtica pesadilla. De verdad, la angustia que se siente cuando es un compañero o cuando somos nosotros, no es un sentimiento que queramos que nadie sufra.

Paso 0: la prevención

Prevenir la situación de hombre al agua no es sencilla, pero merece la pena hacer todo lo posible para evitarlo.

Así que antes de partir, nuestro equipo revisa bien que todo esté correcto (pasamos, elementos de seguridad). Para esto somos muy concienzudos: es vuestra seguridad la que está en juego. Uno de los elementos fundamentales son los arneses, sobre todo cuando contratas tu chárter para varios días y vas a pasar noches navegando.

Pero la prevención va más allá del chaleco o las bengalas de emergencia. Sí que es cierto que ahora contamos con muchos sistemas para localizar vía GPS la localización de las personas en alta mar. Pero no hay que relajarse.

Esto que os vamos a decir tenéis que grabarlo a fuego e interiorizarlo: en cualquier maniobra, aunque sea un paseo, siempre, siempre, una para ti y otra para el barco, o lo que es lo mismo, ten siempre puntos de apoyo.

¡Ha ocurrido! Un hombre ha caído al agua

Desde el mismo momento en el que te percates de que hay un hombre que ha caído del barco, da la voz de “hombre al agua”, sin miedo de gritar. De hecho, lo que se busca es apercibir a todos los miembros de la tripulación de la situación de emergencia que se ha generado.

No es la primera vez que, en una embarcación con grupos grandes, dispersos en grupetos, cuando se ha producido el hecho, parte de esta tripulación no se ha percatado.

Recuerda: grita que hay un hombre al agua.

Con solo este gesto estás poniendo a todos en situación y al compañero en el agua le aportas cierta tranquilidad, ya que le han visto y saben del apuro.

¿El barco está equipado con chart-plotter? Entonces pulsa el botón MOB. Si no dispones del material, anota la hora y el minuto (aprox.), así como las coordenadas de donde se ha producido.

Lo siguiente será que el patrón efectúe la maniobra de colocar el timón hacia el lado en el que ha caído la persona: lo más importante es que entre naufrago y barco haya distancia de seguridad (las hélices o la proa pueden matarlo). Cuando navegas a motor, pon el punto puerto; si vas a vela, aproa hasta parar.

Lanzar el salvavidas es clave: además de ser una superficie de agarre para el hombre en el aguar, a nosotros nos permite verlo en todo momento. Y organizar al resto de la tripulación, también. Cuando se va en grupo, se recomienda encargar a una persona que vigile constantemente al naufrago, a otras que preparen la zona de subida y mantas… Si todos están centrados, evitaremos momentos de pánico.

Esto es lo que no debes hacer cuando un hombre cae al agua

  • Saltar al agua: aunque sea tentador, no saltes como un loco al agua, y menos sin chaleco y sujeción al barco o tendrán que hacer un doble rescate.
  • No pierdas de vista al naufrago.
  • No abandones la búsqueda cuando no le veas. Puedes salvar su vida.

¿Y si soy yo quien caigo al agua?

Si eres tú el que cae por la borda del barco, evita entrar en pánico, y nunca intentes nadar hacia el barco mientras está en movimiento.

Una vez asimilada la situación, intenta mantenerte en posición fetal y busca algo en lo que te puedas agarrar para flotar. Haz señales a la embarcación… ¡y nunca la pierdas de vista!

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