Tanto si eres aficionado a la navegación o simplemente te ha llamado la atención el titular vamos a desgranar un poco este asunto.

La sola idea de levantarse, salir a la cubierta y ver el amanecer desde las costas ibicencas o maravillarse con la Aurora Boreal desde el puerto de algún pequeño pueblo noruego, hace las delicias de cualquiera.

¿Antes de embarcar qué debemos considerar?

Internet está lleno de testimonios, blog, foros, etc. de marineros amateur que un buen día por la mañana les abordó la idea de soltar amarras y embarcarse durante unos meses o años. La idea al principio parece muy embriagadora, pero poco a poco se va complicando, debido en parte, a todos los pormenores de vivir en un barco.

Lo primero y lo más importante a tener en cuenta es, lógicamente, el dinero. Las fuentes de ingresos de las cuales se dispone para sufragar un viaje anual alrededor del mundo -porque la vida pirata, aunque tentadora no es legal-. Hay que saber como vamos a pagar el combustible, la comida, las medicinas, pasaportes, visados, imprevistos derivados de averías, en fin, muchas cosas que considerar previa leva de ancla, pues los costes mensuales suelen rondar los 2000$.

También es importante considerar que hacer con nuestra vivienda habitual. Son muchos los testimonios de personas que decidieron seguir los pasos de Juan Sebastián Elcano, y pusieron su casa en alquiler durante ese año para tener cierto margen fiscal y no gastar sus ahorros tan rápido.

Una enfermedad o un accidente, pueden suponer un grave problema que amenazaría la continuidad de nuestro periplo. No todos los países contemplan la asistencia sanitaria universal y gratuita (los ciudadanos da la UE, disponemos de la tarjeta sanitaria europea que cubre la asistencia hospitalaria y otros menesteres) o las reparaciones en caso de que nuestra nave se averíe. Esto podría desbaratar nuestro presupuesto, razón por la cual es recomendable contratar un buen seguro o hablar con el que ya tenemos para conocer las coberturas que tendríamos.

Fondear: cuándo y dónde

Es una decisión que atañe a cada navegante según las preferencias que tenga por una país o ciudad.

Muchos de los blogueros y webs sobre viajes por alta mar llegan a la misma conclusión. Australia encabezaría el ranking de mas tasas portuarias mas elevadas a nivel mundial. Convirtiendo el paso por el país oceánico en un gran gasto dentro del presupuesto del viaje. Sin embargo, no muy lejos de allí, sin abandonar las aguas del Pacífico, los puertos del Sudeste asiático y del Mar Oriental no resultan excesivamente caros a excepción de Singapur, cuyos costes son elevados.

Otro tema interesante del que debemos preocuparnos son las reparaciones propias de un navío en cuyo caso lo mas recomendable sería saber reparar ciertas averías por nuestra cuenta evitando intermediarios. No siempre encontraremos un electricista, un mecánico u otro profesional que hable nuestro idioma o en su defecto inglés.

También hemos de revisar las provisiones. Pues lo que la mayoría de web recomiendan a los navegantes es que la comida fresca intenten comprarla en cada puerto, evitando los restaurantes siempre que se pueda. El barco es nuestra casa y debemos vivir en él sin necesidad de cambiar nuestra rutina diaria. Además, estamos rodeados de agua y eso quiere decir que debajo de nosotros hay una despensa enorme donde poder proveernos de pescado fresco, marisco y algas.

Como veis son muchas las cosas a valorar antes de embarcarse durante una larga temporada. Al principio nos puede parecer sencillo, levar anclas, soltar amarras y a navegar… pero la cosa se complica rápidamente, pero eso no ha de ser óbice para no hacerlo. Pues planificar un viaje también resulta apasionante.

Nosotros los planificamos a diario.

¡Dejadnos en comentarios vuestras experiencias en largas travesías o si os gustaría realizar alguna!